Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Teresa de Avila
| espera siempre mientras peregrinas!! |
Constituye, más bien, una determinación fundamental de la realidad objetiva y un rasgo fundamental de la conciencia humana.
LA ESPERANZA es la respuesta del ser humano a la situación de prueba que supone la vida y al estado de cautividad o alienación en que a veces nos encontramos. La esperanza nos lleva a anhelar que la prueba o la cautividad terminen lo antes posible. Cuanto mayor es la conciencia de cautividad, más fuerte puede ser la esperanza de vernos liberados de ella.
La esperanza es la virtud del optimismo ingenuo, que todo lo ve de color de rosa, sino del optimismo militante, que es consciente de las dificultades del camino, pero no se deja vencer por ellas. sabe que la acción puede desembocar en el fracaso y no lograr su objetivo. Más aún, asume el fracaso como momento necesario del itinerario del ser humano, pero no se instala en él. CREE que puede superarlo. El ser humano puede sentirse afectado negativamente por las múltiples adversidades de la vida, pero es capaz de intentarlo de nuevo, no dándose nunca por vencido.
El crucificado experimenta la negatividad del proceso histórico y el dolor por no haber visto realizada la utopía del Reino de Dios, Pero, paradójica mente, la esperanza empieza a despuntar ya en la cruz, cuando se avista un futuro liberado en medio de las tinieblas de la tarde del viernes santo. Esta esperanza no es optimismo ingenuo o confianza crédula, sino que echa raíces en medio de los desengaños y los sufrimientos del presente.
TAMAYO, Juan José, "Nuevo diccionario de Teología".
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